Rompiendo barreras: El rol de las mujeres en la ingeniería Europea

A lo largo de la historia, la ingeniería ha sido una de las profesiones más dominadas por hombres. Sin embargo, el panorama está cambiando gradualmente. Aunque las mujeres siguen subrepresentadas, cada vez son más las que deciden romper estereotipos y formar parte de esta industria esencial. A través de este artículo, exploraremos la realidad de las mujeres en ingeniería en Europa, desde su representación hasta la brecha salarial, los desafíos y los logros recientes.

Baja representación femenina en la ingeniería

A pesar de los esfuerzos en las últimas décadas para aumentar la participación femenina en ingeniería, las cifras siguen siendo preocupantes. Según datos recientes, solo el 15.7% de los profesionales en ingeniería en Europa son mujeres. Esta cifra es notablemente baja en comparación con otros sectores, donde las mujeres constituyen más de la mitad de la fuerza laboral (Amey).

Un factor clave en esta baja representación es la falta de mujeres en roles de ingeniería en sectores tradicionales, como construcción y manufactura. En muchos casos, las mujeres ocupan puestos en áreas relacionadas, como la gestión de proyectos o la investigación, en lugar de desempeñar funciones de ingeniería central​ (EngUK). Además, la falta de referentes femeninos en estos sectores limita la inspiración para las generaciones más jóvenes.

La brecha salarial: Un obstáculo persistente

Otro desafío importante que enfrentan las mujeres en la ingeniería es la brecha salarial. En 2024, la brecha salarial no ajustada en Europa fue del 18.2%, lo que significa que las mujeres ganan, en promedio, un 18.2% menos que sus colegas hombres​ (Figures). En algunos países, como Alemania y Francia, se han logrado avances en la reducción de esta brecha, pero en otros, como el Reino Unido y los Países Bajos, la diferencia sigue siendo significativa.

Lo que es más preocupante es que la brecha salarial aumenta con la antigüedad. A nivel de puestos junior, la diferencia es relativamente pequeña, pero conforme se avanza hacia niveles de liderazgo, la brecha se agranda, con solo el 16.8% de los roles de alta dirección ocupados por mujeres​ (Figures).

Logros y avances recientes

A pesar de estos desafíos, las mujeres en ingeniería han logrado avances importantes. En 2023, por primera vez, más de la mitad de los finalistas en el prestigioso concurso UK Young Engineer of the Year fueron mujeres​ (EngUK). Estos logros demuestran que, cuando se les brinda apoyo y oportunidades, las mujeres pueden sobresalir en roles tradicionalmente dominados por hombres.

Además, iniciativas en empresas europeas están comenzando a abordar barreras específicas para las mujeres, como la falta de equipos de protección personal (PPE) adecuados para ellas. Esto ha sido identificado como un factor que desincentiva a las mujeres en campos como la ingeniería civil​(Amey).

El camino hacia adelante

Para cerrar la brecha de género en la ingeniería, es esencial implementar políticas que no solo atraigan a más mujeres al campo, sino que también las retengan y las promuevan a roles de liderazgo. Esto incluye la creación de programas de mentoría, la promoción de modelos femeninos a seguir, y la implementación de medidas que aseguren la equidad salarial.

Asimismo, se deben fomentar entornos laborales inclusivos que permitan a las mujeres desarrollarse plenamente, apoyando un equilibrio entre vida laboral y personal, y proporcionando beneficios que consideren las responsabilidades de cuidado familiar, que suelen recaer desproporcionadamente sobre las mujeres​ (Figures).

La participación de las mujeres en la ingeniería en Europa sigue siendo un reto, pero no es insuperable. Los avances recientes en educación, reconocimiento y apoyo en el lugar de trabajo demuestran que el cambio es posible. Ahora más que nunca, es vital que las empresas y las instituciones educativas se unan para cerrar la brecha de género y aprovechar todo el potencial del talento femenino en la ingeniería. Solo a través de un enfoque inclusivo y equitativo, podemos construir un futuro donde tanto hombres como mujeres contribuyan a las soluciones innovadoras que nuestra sociedad necesita.

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